Cómo elegir tu pala de pádel según su balance (capítulo III)
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El balance de una pala de pádel
Tercera entrega del serial cómo elegir tu pala de pádel ideal que recopilamos gracias a la revista digital Top-Padel360. En el artículo de hoy vamos a hablar sobre uno de los factores más determinantes en nuestra comodidad en la pista de pádel: el balance de la pala. Comenzaremos definiendo lo que es el balance de una pala de pádel. Se podría decir que es la distribución de su peso a lo largo del molde.
Vamos a poner un ejemplo para que sea más sencillo entenderlo. Tienes un martillo, y hay dos maneras de clavar un clavo en la pared, cogiendo el martillo por el final del mango, o cogiéndolo de la cabeza. ¿Qué manera es más cómoda? Claramente, cogiéndolo cerca de la cabeza, pero si hacemos esto, tenemos menos fuerza a la hora de clavar el clavo. Por simple física, la fuerza que ejercemos sobre un clavo cuando cogemos el martillo por el mango es mayor que la que ejerceríamos cogiendo el martillo por la cabeza.
¡El balance en una pala de pádel es exactamente lo mismo! Lo que determinará si cogemos el martillo por el mango o por la cabeza es el balance de la pala. A pesar de que existen infinitos balances distintos, podemos distinguir tres tipos de palas de pádel en función de éste.
- Capítulo I | Cómo elegir tu pala según su forma
- Capítulo II | Cómo elegir tu pala: ¿fibra de vidrio o fibra de carbono?
Palas con el balance hacia la cabeza
Las palas con el balance hacia la cabeza o con balance alto, también conocidas como palas “cabezonas”, se corresponderían con coger el martillo por el extremo del mango. Este balance es el común en las palas con forma de diamante. ¿Qué ventajas e inconvenientes presentan este tipo de palas?
Como explicamos antes, si cogemos el martillo por el mango, tendremos más fuerza. Este tipo de palas ofrecen más potencia al usuario gracias al efecto palanca. Son palas perfectas para los jugadores que buscan una pala agresiva. Por ejemplo, la pala Siux Tsunami XL es un claro ejemplo de este tipo de palas.
Por supuesto, cuanto más lejos de la cabeza se coge el martillo, menos manejabilidad se tiene. Lo mismo ocurre con estas palas, debido a que la distribución del peso es hacia la cabeza. Por lo tanto, si se busca una pala cómoda y que nos permita llegar a bolas complicadas, las palas “cabezonas” no son la mejor elección.
Además, las palas cabezonas son las más propensas a provocar problemas en el brazo, como la famosa epicondilitis. Sólo se recomiendan si el nivel del jugador es avanzado y tiene una técnica depurada. Nunca se debe olvidar que la salud es lo más importante. Sin ella, no se puede seguir disfrutando de este maravilloso deporte. Por eso, si tu nivel no es avanzado, nuestra recomendación es que no optes por este tipo de palas.
Palas con el balance hacia el puño
Las palas con el balance hacia el puño o con balance bajo serían el símil de coger el martillo por la cabeza. Lo tienen la gran mayoría de las palas redondas.
La mayor ventaja de este tipo de palas es la alta manejabilidad que ofrecen. Esto se traduce en una mayor seguridad a la hora de jugar. Este tipo de palas son idóneas para aquellos jugadores a los que les gusta emular a Rafa Nadal en la pista y devuelven toda bola que se les acerca.
También hay que destacar que este tipo de palas son perfectas para evitar lesiones en el brazo y en el codo. Se fuerza mucho menos el brazo durante el golpe que con una pala “cabezona”. Así que se recomiendan este tipo de palas para los jugadores principiantes que quieren tener una larga carrera sin lesiones.
De la misma forma que no se coge un martillo por la cabeza para clavar un clavo, la principal desventaja de las palas con balance bajo se encuentra en los golpes más agresivos, como el remate. Al tener el peso distribuido hacia el puño, la potencia que se obtendrá de esta pala será inferior a la que proporcionan las palas con balance hacia la cabeza.
Palas con balance intermedio
Las palas con balance intermedio son el punto medio entre las palas cabezonas y las palas con el balance hacia el puño. Las palas que suelen contar con este balance son las palas con forma de lágrima. Combinan lo mejor (y lo peor) de los dos tipos de pala vistos anteriormente.
Cuentan con una potencia superior en golpes agresivos respecto a las palas de control, pero inferior a las palas ‘cabezaonas’. Al mismo tiempo, las palas con este balance presentan una manejabilidad superior a la que se obtiene con las palas cabezonas, pero inferior a la que se obtiene con palas de balance bajo.
Por último, las palas con balance intermedio previenen y protegen mejor de las lesiones que las palas de potencia, pero sin llegar al nivel de protección que ofrecen las palas con balance bajo. Nuestra recomendación, por lo tanto, es que este tipo de palas sean utilizadas por jugadores con un nivel intermedio. Es decir, que todavía no cuentan con una técnica suficientemente depurada como para optar por una pala cabezona.
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