El calzado de pádel es uno de los elementos más importantes del juego. Sin ellas, el jugador no podría saltar al pádel, o más bien, si podría hacerlo pero comprometiendo la comodidad, el rendimiento e incluso su seguridad. Es por eso que siempre se recomienda saltar a la pista con un calzado específico para este deporte. Sin embargo, surge mucha inquietud cuando los jugadores comienzan a notar que sus zapatillas se desgastan rápidamente y tienen que comprar otras. Para evitar esto, te diremos cómo cuidar tus zapatillas de pádel, para poder alargar su durabilidad al máximo.

Los mejores consejos de cómo cuidar tus zapatillas de pádel

¿Cómo limpiar la superficie de las zapatillas?

Es recomendable siempre limpiar el exterior de las zapatillas de pádel. Ante la primera señal de suciedad o polvo, se puede utilizar únicamente un paño seco para retirar estos detalles superficiales. Sin embargo, cuando la suciedad se ha acumulado, o las zapatillas no se han limpiado en un largo tiempo, puede ser necesaria una limpieza más profunda. Antes de realizarla, es necesario retirar los cordones y la plantilla, ya que se recomienda limpiarlos por separado.

La limpieza de unas zapatillas de pádel siempre se recomienda que sea a mano, tratando de evitar a toda costa las lavadoras, ya que pueden dañar el calzado. Basta con mezclar jabón y agua para tallar la superficie exterior de las zapatillas, de preferencia con un cepillo de cerdas suaves. Para limpiar el interior de las zapatillas, o bien, efectuar una limpieza más profesional, se recomienda contactar a una empresa que se especialice en la restauración de calzado.

Nunca las dejes secar directamente al sol

Hay un punto muy importante para evitar el desgaste temprano de unas zapatillas de pádel. En muchas ocasiones pensamos que para secarlas, es necesario exponerlas directamente al sol. Este es un error muy común, que de hecho, puede arruinar el calzado de manera permanente. Los rayos del sol pueden hacer que las zapatillas se decoloren, se pongan duras o incluso que pierdan su forma original. Lo más recomendable es dejarlas a secar en un espacio con sombra, en donde exista una buena ventilación. Con 24 horas de secado podría ser más que suficiente.

Toma en cuenta la frecuencia de uso

El motivo principal del desgaste de unas zapatillas es la frecuencia de uso. A mayor frecuencia de uso, más desgaste. Obviamente, las zapatillas de una persona que juega diariamente, durarán menos que las de una persona que solo juega una vez a la semana. Si eres de esos que juega con muy poca frecuencia, únicamente basta con darles un buen uso, tratando de evitar roces y limpiándolas después de cada uso.

Los mismos cuidados aplican para los que juegan diariamente, pero deben de saber que será difícil evitar el desgaste. Muchos jugadores adquieren más de un par de zapatillas para intercalarlos durante la semana, para que un mismo par no reciba todo el desgaste. También hay jugadores que tienen unas zapatillas para entrenamientos y otras para partidos.

La pisada, el peso y la superficie de la pista importan

Hay otros factores directos e indirectos que influyen en el desgaste de unas zapatillas. Uno de ellos es el peso del jugador. La pisada de un jugador pesado hará que la amortiguación de unas zapatillas se desgaste más rápidamente, pues la pisada ejerce una mayor presión sobre ella. Lo mismo sucede con el tipo de pisada. Hay jugadores que tienen a pisar hacia adentro (pisada pronadora), esto podría forzar las costuras del calzado y ser más propensas a romperse.

El factor externo más relevante es la superficie de la pista. Cuando la superficie es de césped artificial, y se encuentran en buen estado, no significa un riesgo para el calzado. La cosa cambia cuando saltamos a pistas que tiene mucha arena o incluso pequeñas piedras, ya que pueden llegar a dañar las zapatillas. Esto sucede también con los jugadores que entrenan en pistas con superficies de cemento. El desgaste de la suela es mucho mayor en este tipo de terrenos sólidos.