Cómo prevenir las lesiones con una buena técnica
Pocas cosas asustan más a deportistas y aficionados que sufrir una lesión. Dependiendo de la gravedad, una lesión puede suponer un parón en la práctica, con su consecuente proceso de reincorporación y de puesta a punto para volver a jugar con el dinamismo habitual.
Existen varios factores a tener en cuenta para la prevención de lesiones en el pádel, como la equipación que se utiliza (incluyendo la pala), su mantenimiento, realizar un buen calentamiento antes de cada entrenamiento y asentar una buena técnica.
Por eso, vamos a hacer un recorrido por aquello que conviene considerar para evitar problemas, poniendo el foco en la parte técnica.
¿Cuáles son las lesiones más comunes jugando al pádel?
Antes de centrarnos en la prevención de lesiones, vamos a detenernos en conocer cuáles son las lesiones más habituales en el pádel. Esto nos dará una idea de las áreas del cuerpo que más sufren y en las que debemos centrarnos más para fortalecerlas debidamente.
Para empezar, los esguinces de tobillo son todo un clásico entre quienes practican pádel. Suelen deberse a los movimientos bruscos, como los de aceleración y desaceleración, y a los giros rápidos, entre otros.
Entre las zonas más afectadas están el ligamento lateral externo y el ligamento lateral interno. Una vez que ocurre, es fundamental una recuperación adecuada, ya que de lo contrario podría afectar a la estabilidad de la articulación.
Las roturas fibrilares en los gemelos también son frecuentes. Su causa principal suele ser los esprints inesperados, algo que provoca que el músculo se contraiga por completo hasta tal punto que no pueda soportarlo. Esto puede conllevar una rotura total o parcial de las fibras que lo forman.
Además de las extremidades inferiores, una de las áreas sobre la que más presión se ejerce son los hombros. Más allá de los brazos y codos, la tendinitis del manguito rotador también suele aparecer.
Esta lesión responde a los movimientos repetitivos, a una técnica inadecuada o incluso al uso de una pala incorrecta. Todo ello puede desencadenar una sobrecarga de los músculos y tendones responsables de la movilidad y estabilización del hombro.
Por último, no hay que olvidar el área lumbar. La espalda es uno de los puntos centrales desde donde se realizan todos los movimientos en el pádel, de ahí que también pueda resultar malparada. Durante un torneo, las flexiones y extensiones del tronco son constantes, como ocurre cuando se hacen cambios de dirección.
Es ahí donde destaca la importancia de aprender una postura correcta para evitar los problemas que puedan surgir, como la lumbalgia, además de fortalecer la musculatura de la zona.
La prevención de lesiones se basa en desarrollar una buena técnica
Una de las causas más comunes de las lesiones en el pádel amateur es la falta de técnica. El pádel es un deporte muy técnico, por lo que, al iniciarse en este mundo, conviene empezar con un monitor o con clases para aprender cómo agarrar bien la pala o pisar bien, por poner un ejemplo. Así, la progresión en su adquisición suele tener un orden que comienza con el control de la bola y acaba en la gestión de la potencia y velocidad de la misma.
Por otra parte, la posición del cuerpo juega un papel importante. Aquí es clave colocar las piernas separadas a la altura de los hombros y estar preparado para el tipo de golpe que queramos realizar.
Así, para una volea, mantener una postura estable es crucial, ya que se trata de dar un movimiento corto a la vez que explosivo. Además, conviene saber amortiguar los saltos para mitigar el impacto que pueda generarse en rodillas y tobillos, algo que se consigue flexionando las primeras nada más llegar al suelo.
El revés es otro aspecto que potenciar. De nuevo, la posición corporal es esencial junto con el giro del torso que debe acompañar al movimiento del brazo y muñeca. Es así como se crea la presión y la potencia de este golpe. En el caso de la bandeja, la posición de los codos debe ser de flexión ligera para permitir un movimiento suave a la par que controlado. Repetir este golpe en diferentes alturas hará que lo domines con rapidez.
Aparte estas cuestiones, la pala de pádel desempeña un rol importante en la técnica y la prevención de lesiones. Aunque estés empezando, asegúrate de elegir una pala adecuada, algo que no implica que tengas que hacer un gran desembolso o irte a las gamas más altas.
Puedes encontrar palas de pádel con una buena relación calidad-precio con las que comenzar a desarrollar tus habilidades en este deporte. Suele ser habitual elegir las que tienen forma redonda en los inicios, pero trata de buscar una que no pese demasiado ni sea demasiado dura. De esta forma, tu cuerpo tendrá tiempo de ir haciéndose a ella mientras progresas con la destreza.
Por último, ten en cuenta que, por muy buena técnica que tengas, sin un calentamiento previo adecuado, una lesión tiene más probabilidades de producirse. Así que dedica unos 15-20 minutos a prepararte antes de entrar en la pista. Te ayudará a ahorrarte disgustos que pueden prevenirse fácilmente.
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